PALABRAS ESCRITAS Nº 2 (edición digital)

Revista~Libro
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PALABRAS ESCRITAS
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(Un diálogo entre
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Brasil e Hispanoamérica)
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Dirección editorial: Alejandro Maciel.
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PREFACIO AL NÚMERO DOS
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“Palabras” pasa a llamarse “Palabras Escritas” desde este segundo número. El cuerpo es el mismo, el espíritu también y como Wittgenstein decía que “el nombre es la cosa” necesitamos explicar que ya existen unas diez publicaciones con el mismo nombre, según nos lo ha revelado Internet. La homonimia genera confusión y la confusión, caos. No queremos colaborar con los enemigos de Dios que, según dicen los escritos sagrados, ha venido a poner orden al caos. “Eritis sicut dii” (seréis como dioses) dijo la serpiente a Eva y Adán; y desde entonces el don de la palabra nos ha convertido lentamente en pequeños dioses perversos; tal vez la misma palabra podrá redimirnos en el futuro, salvándonos de nosotros mismos primero y de nuestros dirigentes políticos después. Este difícil camino hacia la integración es como un andar cuesta arriba arrastrando la piedra de Sísifo de la desconfianza, los recelos, los prejuicios que brotan como cardos y el pesimismo latinoamericano añejado en siglos. Hemos aceptado con resignación esta situación crónica de desconocimiento mutuo. La geografía y la historia no nos ayudan. Pero hay que seguir. El sentido común que tanto escasea en la comunidad nos dice que estamos en el sendero indicado. Todo apunta hacia un futuro de diálogo entre nuestros pueblos, basado en el reconocimiento real de cada uno de nosotros como habitantes de un continente desconocido y enigmático, donde las ideas políticas y sociales de la civilización han recibido cristiana sepultura casi antes de nacer. Latinoamérica fue tierra de guerras durante la mayor parte de los siglos XVIII y XIX y hasta mediados del pasado siglo algunos países todavía disputaban cuestiones de límites con bombas y metrallas. Durante el largo invierno de la Guerra Fría, las dictaduras militares se encargaron de caldear el ambiente y nuestros modernos próceres fusilaban a conciudadanos desarmados realizando las “proezas heroicas” de una épica fuera de época. No resulta nada extraño que cada cual haya optado por arrinconarse en el sitio que consideraba más seguro y a resguardo de la intrusión del otro, que se ha visto históricamente como amenazante e inseguro. Afortunadamente, la tan mentada y mentida globalización al menos consiguió diluir las claustromanías nacionales. Creo honestamente que tomamos durante mucho tiempo demasiado en serio los mapas geopolíticos que no son más que dibujos trazados por aburridos militares del siglo XIX en sus momentos de ocio. Pero esas fronteras sagradas han sido atravesadas de uno y otro lado por la gente, que tiene la malsana costumbre de no quedarse en su sitio ni consultar las cartografías antes de avanzar. Migraciones externas e internas están dando por el traste con las fronteras y el único mapa que prevalece es el de las aduanas y los puestos de control de las gendarmerías. El diálogo entre Brasil y el resto de Hispanoamérica se hace imprescindible; más aún cuando la administración pública de Brasil ha oficializado el español como segunda lengua en la enseñanza. Esto implica mucho, tanto en el orden simbólico como en el rotundo orden de lo real en el que tanta fe depositan nuestros modernos pragmatistas. Hay señales para todos y sin embargo el proceso de integración cultural no ha ganado aceleración como esperábamos. Palabras Escritas es una piedra más para la reconstrucción de la torre de la nueva Babel donde las lenguas que huyeron cada una por su lado con la divina maldición, vuelvan a encontrarse para el diálogo que fue suspendido durante aquel trance en el que Dios habló y los demás enmudecimos. Algo habremos aprendido después de al menos tres mil años.
Alejandro Maciel, julio 2006.
Este Nº 2 puede leerse íntegramente en:
http://palabras2008.blogspot.com/
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